Festejamos al padre del Vampirismo, con su personaje, Stoker creó un modelo de seducción a seguir.
En 1922 se hizo la primera adaptación cinematográfica, Nosferatu, de Friedrich Wilhelm Murnau, que no fue autorizada por la viuda de Stoker, por lo que tuvo que cambiar nombres, empezando por el conde Orlock.
En 1931 llegó el filme que marcó un modelo visual que terminó en parte en 1992, con la versión de Francis Ford Coppola. Se trata del Drácula de Tod Browning, encarnado por Bela Lugosi.
Este mes el Conde Drácula, el personaje más icónico de Bram Stoker, cumple 125 años, es uno de los vampiros más famosos que existen en la literatura y el cine. Es una figura icónica del cine de terror y ayudó a formar las bases de cómo debe lucir un vampiro.
En 1897, el escritor y crítico de teatro Bram Stoker publicó Drácula, su máxima obra literaria. El libro salió a la luz al final del mes y el protagonista es un vampiro, el cual ayudó a formar las bases para crear un personaje que sigue vigente.
Antes de Drácula, hubo grandes personificaciones como El Vampiro en 1816 de John William Polidori y Carmilla en 1872 de Sheridan Le Fanu, pero el rey del terror fue Drácula, tanto en la lectura como en las películas.
La novela de Bram Stoker ha sido adaptada para televisión, cine, teatro y otras obras literarias. A través de los tiempos, el Conde Drácula se ha convertido en uno de los monstruos más conocidos de la historia.
En 1992, el director de cine Francis Ford Coppola, llevó al cine la historia de Drácula de Bram Stoker protagonizada por Gary Oldman, Winona Ryder, Keanu Reeves y Antony Hopkins. En el título de la película dejó como homenaje el nombre del escritor.
Resultó que la misma ganó tres premios de la Academia por parte de diseño de vestuario, maquillaje y edición de sonido. La película fue calificada como la mejor adaptación de la novela original.
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