Al concluir con cinco días de agenda diplomática y cultural, ayer fueron despedidos los dos buques japoneses Fuerza Marítima de Autodefensa, Kashima y Shimakaze, los cuales llegaron a este puerto como parte de un viaje de entrenamiento y cooperación internacional.
Hay que señalar que estos dos buques que llevan por nombre Kashima y Shimakaze, permanecieron ancladas en el muelle de la Administración del Sistema Portuario Nacional (SIPONA), los cuales transportaron a bordo a 595 oficiales y 195 cadetes recién egresados, los cuales participaron en todas las actividades desarrolladas en el puerto de Acapulco.
Hay que recordar que durante estas actividades que desarrollaron los cadetes japoneses, estuvo una que destacó y que la ciudadanía acapulqueña agradeció fue el trabajo de reforestación en el Parque Papagayo, además de ofrecer un concierto en un hotel de la zona turística de Acapulco, con el cual difundieron y realizaron un intercambio cultural entre ambas naciones.
Durante el acto protocolario que se realizó para despedir a los buques japoneses, se llevó a cabo una ceremonia con la presencia de las autoridades locales y la presentación de actividades culturales, como bailables tradicionales, demostrando con ello un símbolo de amistad y hermandad entre japón y México.
De esta manera, los buques partieron del puerto de acapulco y con destino a la playa de Callao en Perú; mientras los buques avanzaban, ciudadanos mexicanos que estuvieron presentes ondearon banderas de México y Japón, como parte del adiós a estos cadetes extranjeros.
Cae bailarina al mar
Hay que señalar que durante esta ceremonia de despedida de los buques japoneses Kashima y Shimakaze, una joven bailarina sufrió un accidente al caer al mar.
Este percance se dio cuando una joven de 19 años formaba parte del baile tradicional conocido como los “Tiliches”, parte de una danza típica del estado de Oaxaca; sin embargo, ante la efusividad del evento, perdió el equilibrio y cayó al mar, cuando el buque Kashima iniciaba su maniobra de zarpe.
Ante este accidente, los elementos de la Secretaría de Marina reaccionaron de inmediato y lograron rescatar a la bailarina en pocos minutos.
Al darse cuenta de este accidente, los cadetes de Japón arrojaron salvavidas al mar para facilitar el auxilio, mostrando la unión y el espíritu de cooperación que existe en la humanidad y como naciones. La joven no sufrió lesiones graves, solo el susto de la caída.
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