Prestadores de servicios turísticos de Acapulco intensificaron sus protestas contra el proyecto del Marinabús al tomar el Palacio Federal, ubicado sobre la avenida Costera Miguel Alemán, a unos metros del zócalo porteño. Los inconformes bloquearon los accesos, desalojaron a los trabajadores y colocaron lonas de protesta para exigir al gobierno federal claridad sobre los impactos y beneficios que traerá la nueva obra de transporte turístico.
El presidente de la Asociación de Modulistas y Auxiliares de las Playas de Acapulco (Amapla), José Soriano Rojas, explicó que las dependencias ubicadas en el inmueble —como la Profepa y la Semarnat— son responsables de otorgar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), permisos y concesiones.
“No estamos de acuerdo con la obra que están haciendo aquí y con el tema del transporte del Marinabús. No nos dan la información que pedimos y aquí vamos a estar, si es posible aquí vamos a dormir”, advirtió Soriano Rojas.
Durante la toma, los trabajadores de playa solicitaron a los empleados de las distintas dependencias federales abandonar el edificio y desplegaron una lona con el mensaje: “Nos dañó Otis, nos dañó John y ahora Sebastián Ramírez quiere acabar con nosotros. Presidenta, ayúdanos, nosotros creemos en usted”.
Los inconformes recordaron que desde el miércoles se han mantenido en plantón en las inmediaciones del Jardín del Puerto y anunciaron que continuarán pernoctando en el lugar para impedir los trabajos de rehabilitación impulsados por Fonatur, hasta que reciban una respuesta a su principal demanda: ser indemnizados por las afectaciones que generará la operación del Marinabús.
Advirtieron además que, de no obtener una solución esta semana, trasladarán su protesta a la Ciudad de México, con el objetivo de hacer llegar directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum lo que consideran una información incompleta sobre el impacto real del proyecto.
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